10 razones para comer frutos secos

2 de enero de 2019

Los frutos secos son llamados así porque todos tienen una característica en común: en su composición natural (sin manipulación humana) tienen menos de un 50 % de agua. Se consideran frutos secos; almendras, nueces, avellanas, piñones, pistachos, castañas, cacahuate, anacardo, semillas de girasol (pipas),  semillas de sésamo, y las semillas de calabaza. Además de esta particularidad, ¿qué otros beneficios comparten los frutos secos? La nutrióloga Laura Romero del centro Nutrest nos lo dice.

Propiedades nutricionales

1. Se componen principalmente de: grasas, proteína de origen vegetal, fibra, vitaminas del grupo B y E, así como minerales, magnesio, potasio, calcio, fósforo, hierro, zinc, entre otros.

A tu salud

2. La vitamina E sirve para combatir los radicales libres, sustancias que son responsables por la formación de enfermedades degenerativas y el envejecimiento prematuro.

3. Poseen la mayoría de las vitaminas B, que unidas a las sales minerales del fósforo, el magnesio, el cobre, el hierro, los convierten en un alimento muy apropiado para aquellas personas vegetarianas que quieran prescindir de aporte cárnico en sus platos.

4. La ingestión de frutos secos ayuda a prevenir la osteoporosis.

5. Por su aporte calórico e hidratos de carbono, los frutos secos se recomiendan para las personas que realizan esfuerzos físicos prolongados, tales como los atletas.

6. Ayudan a reducir los niveles de colesterol ‘malo’ (LDL) y aumentar el ‘bueno’ (HDL), gracias a su contenido en grasas saludables también llamadas insaturadas, así como también por sus ácidos grasos Omega 3.

Para la belleza

7. Por ser una fuente rica de proteínas y ácido alfa linolénico, protegen y revitalizan la piel.

8. Gracias al complejo B, intervienen en los procesos de renovación celular, mejorando el estado de la piel, y mucosas. Las nueces, además, son ricas en cobre, que actúa como antiinflamatorio.

9. Todos los frutos secos, especialmente las nueces, las almendras y el cacahuate, contienen zinc, selenio y vitamina B, que mantienen en buen estado el cabello.

10. Son ricos en biotina y vitamina E, ambos protegen a las células contra los daños del medio ambiente. Además, el cobre y la biotina pueden combatir la pérdida de cabello.